miércoles, 4 de abril de 2012

¿Por qué México no ha ganado el mundial?

¿Alguna vez te has preguntado por qué México no puede llegar más allá del cuarto partido en el mundial celebrado cada 4 años? ¿Por qué nuestros representantes colectivos nunca ganan medallas en deportes como futbol, basquetbol, volibol, etc.? O viceversa, ¿por qué en ocasiones somos “potencia” en deportes meramente individuales como el tae kwon do, clavados, atletismo, etc.?

En los pasados Juegos Olímpicos celebrados en Beijing, China. México obtuvo la paupérrima cantidad de 3 medallas de 85 disponibles en 23 deportes diferentes; de esas 3 medallas,  dos fueron de oro en Tae Kwon Do (femenil y varonil) y una de bronce en clavados sincronizados por mujeres, deportes individuales por definición.

¿A qué quiero llegar con estos datos?
El mexicano no está acostumbrado a trabajar —desde algún deporte hasta el trabajo de oficina— en equipo, en los deportes sobresale en box, pero no en futbol, en el golf, pero no en el basquetbol.
México nunca ha llegado más allá de los cuartos de final en el Mundial de futbol.
Nuestros atletas más sobresalientes de los años ochentas, noventas - principios del siglo XXI y más recientemente en el 2010  —Hugo Sánchez, Ana Gabriela Guevara y Javier “Chicharito” Hernández— fueron y son deportistas individuales que brindaron alegrías, pero sólo ellos. Ya que en el caso de los dos futbolistas, Hugo jamás tuvo algún logró en lo colectivo con la selección nacional, su máximo logro fue avanzar a cuartos de final como local en 1986. Javier Hernández aún comienza su carrera futbolística y ya cosecho algunos logros individuales, como ganar el goleo individual en la liga mexicana, empatar la mejor cantidad de goles anotados por un mexicano en su primera temporada en Europa, ganar su primer título de liga en Inglaterra, etc. Pero en el ámbito colectivo tampoco ha logrado algo con un grupo de otros 10 mexicanos.

¿Y que con eso? ¿Por qué son los mexicanos solitarios e individualistas?
A los mexicanos no les gusta sociabilizar colectivamente.  Y punto.
Los mexicanos son como un grupo de cangrejos en una cubeta, todos ansiosos por fugarse de su eterno estado de cautiverio. Si por azar uno de ellos se acerca al borde de la cubeta y se aproxima a la orilla, los demás se encargan de arrastrarlo de vuelta al fondo. Prefieren por mucho, verlo morir con ellos que vivir solo.
Y es aquí cuando realmente me doy cuenta en donde estamos, México es una cubeta enorme llena de cangrejos, donde joder al vecino es más importante que ayudarlo, donde el que roba más es visto como un héroe, o donde el que hace el mal es un ídolo de masas.
Pero… ¿qué pasa cuando uno de los cangrejos logra fugarse y cruzar literalmente el charco?
Cuando un mexicano llega a los Estados Unidos por necesidad de trabajo como es en 90% de los casos, contrario a lo que todos podrían pensar, no es ese mexicano que debería socializar para poder ser parte de una nueva sociedad, de “primer mundo”. Sigue siendo el mismo retraído, jamás se mezclan en actos colectivos, más que en los juegos de futbol de cada fin de semana o en los “clubes de oriundos”. Saben que la mayoría de las veces están solos, no tienen nada, salvo su increíble talento individual, su perseverancia, candidez y ambición.

Debemos cambiar nuestra forma de actuar, pero claro antes, cambiar nuestra forma de pensar, individualista que nos ha marcado con el pasar de los años, para pasar a ser un pueblo solidario y conjunto los 365 días del año y que no recuerde que todos somos mexicanos sólo el 5 de mayo o el 15 y 16 de septiembre.
Debemos ser un país lleno de “Chicharitos” trabajando en equipo como una colonia de hormigas para llegar a ser esos ciudadanos que se digan a sí mismos "No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país".


Este ensayo fue escrito en base al libro “‘Mañana o pasado’ El misterio de los mexicanos”  escrito por Jorge G. Castañeda, a forma de comentario.